Hoy (más bien ayer) mis hermanos y yo nos fuimos de paseo con mis padres. Tenía años que no iba con ellos sólo a pasear... Llegamos al terreno donde están construyendo una nueva escuela de arte (mi mamá da clases de baile y mi papá de música), y luego de un rato de estar ahí, nos fuimos al malecón. Pasamos primero por un helado.
El caso es que tengo 22 años, y ya me había hecho a la idea de que nunca volvería a salir así con mi familia. Recordé tantas veces que veníamos de regreso de la playa, escuchando en el carro la música que mis padres ponían, viendo el atardecer sobre el mar...
Nadie se dio cuenta, pero me salieron lágrimas... en parte por alegría, porque pasó de nuevo algo que recordaba con mucho cariño, y en parte por algo así como tristeza, pensando que definitivamente esta sería la última vez. Pero pensándolo bien, si pasó una vez más, podría pasar más veces. Ahora aprecio mucho más esos tiempos que cuando los viví... pero creo que eso nos pasa a todos...
La foto no es mía, pero sí es de aquí. Pueden verla aquí junto con otras parecidas. Por cierto que este es uno de los cielos que ha visto Rai en sus sueños. Nos vemos.
Pues asi es los atardeceres en nuestra ciudad son muy espectaculares, a mi que me ah tocado ver varios en el rancho es algo muy lindo y que bueno que hayas pasado tiempo con tu familia y espero que puedas seguir disfrutando mas paseos asi :)
ResponderEliminar-Ah... Los recuerdos de tiempos pasados, ya sean cosas buenas como esta o malas, siempre estan ahi para recordarnos que por mas malo que sea algo simpre hay un mañana o que por mas bueno que paresca ser siempre habra un final... Ya sea para bien o para mal los recuedos nos hacen grandes -y no me refiero a la edad o el tamaño fisico- me refiero a grandes como presonas y como seres humanos... Espero que disfrutes mas cosas como esas. Bueno adios!
ResponderEliminarLlorar es demasiado gay... continúa 1/3, no seas cabrón!
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