Tengo miedo

Admito que le tengo miedo a muchas cosas. Me dan miedo muchos insectos, me da miedo la oscuridad, me da miedo el mar profundo, me da miedo que me asalten, me da muchísimo miedo salir en el teatro, me aterran las inyecciones y me dan miedo las alturas hasta cierto punto.

Por leer historias de terror, me dan miedo los espejos en la oscuridad, me dan miedo las ventanas cuando no puedo ver claramente lo que hay del otro lado, me dan un poco de miedo algunos rincones oscuros, me da miedo cuando los perros empiezan a "ladrarle a nada" en la noche, me da miedo ver cosas inexplicables que parezcan fantasmas... en fin... le tengo miedo a muchas cosas.

Por supuesto que también me dan miedo cosas como lastimar a las personas que quiero, o que les pase algo malo, o fallarles cuando me necesiten.

Pero si algo me hace temblar (y a veces gritar) como una niña pequeña, son las cucarachas... sí... las cucarachas... insectos insignificantes, creaturas de Dios, pequeños pero respetables seres vivos, que han estado en la tierra desde mucho antes que nosotros y que seguramente lo estarán mucho después de nuestra extinción... pues las odio. Más que a los virus de Windows. Más que a las clases de Najeranchú a las 7 AM. Más que a los zapatos que tengo que llevar de Lunes a Miércoles a la escuela. Y hoy, hace rato, vi una caminando por mi techo, justo cuando por fin me iba a dormir.

Por alguna razón, se bajó de la esquina donde SIEMPRE se ponen las cucarachas que llegan a mi cuarto, y la perseguí con una escoba. Le pegué con ella, pero escuchen mi consejo, no traten de matar nada con esas escobas azules de plástico, no sirven para eso. La maldita vivió. El combate siguió afuera de mi cuarto, donde le volví a pegar con la escoba, ahora con todas mis fuerzas, dos veces seguidas. Y creo que quedó atrapada entre las cerdas... no me atreví a intentar sacarla, ya tenía mucho miedo y quería dormir... pero ahora no puedo dormir... tenía que pasar justo la noche antes de entrar a clases. Claro, no podía ser de otra forma. Sólo espero que esa maldita cosa no pase a través del trapo que puse tapando debajo de la puerta...

Malditos virus... maldito Windows...

Ya me harté de los virus de Windows. Mi estilo siempre ha sido más defensivo que ofensivo, y aunque he aprendido por las malas a eliminar virus "a mano", es una verdadera lata y prefiero no tenerlos más.

No tengo dinero para pagar un antivirus comercial, y no quiero meterme en más problemas de buscar seriales y actualizar desde carpetas y que los archivos estén corruptos y que la lista negra... ya me harté de todo eso! Instalé varios antivirus gratuitos, pero me han fallado uno tras otro. 

El momento que me convenció fue hace rato, cuando por culpa de un virus de esos de las memorias (o a eso culpo) se me borraron casi todos los archivos de mi R4, incluyendo MESES de juego del Etrian Odyssey II, que fue lo que me dolió de verdad...

Puedo vivir con que Windows no sea perfecto, con que sea lento, con que se trabe (que de hecho rara vez me pasó), pero lo que ya no aguanto son los malditos virus! Y se metieron con lo más sagrado para mí, mi archivo en un RPG! Es hora de buscar una defensa más poderosa. Es hora de emigrar a un lugar en donde los virus no significan nada... es hora de cambiar de SO...

Desafortunadamente, la escuela no me permite dejar Windows del todo, así que compartirá espacio con Ubuntu, la distribución de Linux que más o menos conozco, pero definitivamente no lo usaré más que para la escuela. En este momento tengo los dos sistemas operativos, pero Windows tiene casi el 90% de mi disco duro. Cuando pase el evento del 16, para el cual usaré una lista de reproducción que he tardado mucho en hacer, voy a formatear y a dejarle cuando mucho un 30% a Windows, sólo para el Visual Studio, el Smartdraw, etc.

Y entonces los virus no serán nada para mí, y aprenderé a convivir con el software libre, y podré jugar sin temor a perder mis archivos, y veré anime y escucharé música en reproductores nuevos, y jugaré los juegos imposibles que vienen con el Ubuntu, y todo estará bien.

Atardecer

Hoy (más bien ayer) mis hermanos y yo nos fuimos de paseo con mis padres. Tenía años que no iba con ellos sólo a pasear... Llegamos al terreno donde están construyendo una nueva escuela de arte (mi mamá da clases de baile y mi papá de música), y luego de un rato de estar ahí, nos fuimos al malecón. Pasamos primero por un helado.

El caso es que tengo 22 años, y ya me había hecho a la idea de que nunca volvería a salir así con mi familia. Recordé tantas veces que veníamos de regreso de la playa, escuchando en el carro la música que mis padres ponían, viendo el atardecer sobre el mar...

Nadie se dio cuenta, pero me salieron lágrimas... en parte por alegría, porque pasó de nuevo algo que recordaba con mucho cariño, y en parte por algo así como tristeza, pensando que definitivamente esta sería la última vez. Pero pensándolo bien, si pasó una vez más, podría pasar más veces. Ahora aprecio mucho más esos tiempos que cuando los viví... pero creo que eso nos pasa a todos...

La foto no es mía, pero sí es de aquí. Pueden verla aquí junto con otras parecidas. Por cierto que este es uno de los cielos que ha visto Rai en sus sueños. Nos vemos.